Tanto el deporte del surfing como el cannabis han sido estigmatizados en la historia reciente, pero hoy en día se han convertido en elementos clave de un estilo de vida saludable y equilibrado.
En el caso del surfing, durante décadas fue visto como una actividad marginal, asociada con la contracultura y el estilo de vida hippie. Esto llevó a que fuera considerado como un deporte peligroso y poco respetable, y muchas personas lo asociaron con el uso de drogas y la falta de responsabilidad.
En los 80’s, la película «Fast Times at Ridgemont High» presentó al personaje del surfista, interpretado por Sean Penn, siempre intoxicado con cannabis, bajándose de su van repleta de humo y pidiendo pizza para los munchies en el salón de clases. Sin embargo, algo positivo es que la imagen del surfer stoner siempre fue pacífica. De hecho, al final de «Fast Times,» el personaje de Sean Penn se hace famoso por salvar a alguien de ahogarse.
En los últimos años, el surf ha ganado una mayor aceptación y respeto como un deporte exigente y respetable, gracias en parte a la profesionalización del deporte y al aumento de la conciencia sobre la importancia del bienestar físico y mental. Muchos surfistas ven el surfing como una forma de conectarse con la naturaleza y mejorar su salud y bienestar en general.
En cuanto al cannabis, durante gran parte del siglo XX fue objeto de una campaña de demonización y persecución por parte de los gobiernos y los medios de comunicación. Se le asoció con el crimen y la violencia, y se promovió la idea de que era una droga peligrosa y adictiva que debía ser prohibida.
Sin embargo, en las últimas décadas, la investigación ha demostrado que el cannabis tiene propiedades medicinales significativas, y muchos países han comenzado a legalizar su uso medicinal y recreativo. Muchas personas han encontrado en el cannabis una forma efectiva de tratar una variedad de afecciones médicas, desde el dolor crónico hasta la ansiedad y la depresión.
Desde la década de 1960, el uso de cannabis ha sido una práctica común entre los surfistas, en gran parte debido a las propiedades relajantes de la planta, que ayudan a reducir el estrés y la ansiedad, pero sobre todo como relajante muscular luego de largas sesiones en el agua. Además, muchos surfistas han utilizado el cannabis como una forma de mejorar su enfoque y concentración en la ola.
Sin embargo, el uso del cannabis también ha sido objeto de controversia en el mundo del surf. Algunos argumentan que el consumo de cannabis puede ser peligroso en el agua, ya que puede afectar la capacidad de un surfista para evaluar el peligro y reaccionar rápidamente en situaciones de emergencia.
A pesar de estas preocupaciones, muchos surfistas continúan utilizando el cannabis como parte de sus rutinas diarias, y algunos incluso han llegado a defender su uso como una forma de mejorar su experiencia en el agua.
Esta tendencia no es exclusiva de los surfistas. En otros deportes, como el fútbol americano, los atletas también han defendido el uso del cannabis medicinal para la recuperación y el descanso. Como se muestra en la imagen, un jugador de fútbol americano declara: «El sueño y la recuperación son las principales razones por las que uso cannabis medicinal, y a menudo están entrelazados. Si tienes una lesión, no puedes dormir; si no puedes dormir, no puedes recuperarte.» Esto resalta cómo el cannabis está siendo cada vez más reconocido por sus beneficios terapéuticos en diversos ámbitos deportivos.
En resumen, tanto el surf como el cannabis han pasado de ser objeto de demonización y estigma a ser vistos como elementos clave de un estilo de vida saludable y equilibrado. Ambos son ahora valorados por sus propiedades terapéuticas y su capacidad para mejorar la salud y el bienestar de las personas.
Noticias recientes: El cannabis será reclasificado de Schedule 1 a Schedule 3. Esta reclasificación significa que el cannabis ya no será considerado una droga sin valor medicinal y de alto potencial de abuso, sino que será reconocido por sus beneficios medicinales y permitido para uso bajo supervisión médica. Este cambio representa un gran avance para la industria del cannabis, facilitando la investigación científica y permitiendo un acceso más amplio para tratamientos médicos. Más información aquí.
